Lo primero que tendremos que hacer con nuestras Tillandsias, así como con cualquier planta, es buscarle una buena ubicación que cumpla con los siguientes requisitos y necesidades:

-Luz: La ubicación tiene que tener una buena luminosidad y claridad para el correcto crecimiento de la planta. La gran mayoría de Tillandsias agradecen un poco de sol por la mañana o en el atardecer, evitando las horas de mayor radiación solar (mediodía) para evitar quemaduras y/o estrés en la planta. Por lo general, recomendamos mucha claridad sin sol directo. Si queremos dar sol directo es recomendable irlas aclimatando progresivamente al sol. Muchas Tillandsias no toleran el sol directo, o no es necesario para su óptimo crecimiento. Por norma general, las que tienen hojas de color mas verde no toleran el sol directo, mientras que las que tiene hojas mas blancas o grises toleran la luz directa. Si estamos en un lugar con humedad relativa alta (por ejemplo en zonas costeras) podrán aguantar mejor el sol directo que en sitios con humedad relativa baja (zonas de interior). 

-Ventilación: Tienen que estar en un lugar ventilado. Es un factor importante para tener plantas sanas y contentas. Les encanta el movimiento de aire suave entre sus hojas. Por el contario, si tenemos vientos violentos, las tendremos que hidratar mas. La ventilación también es importante para que la planta se seque después del riego, si la dejamos mojada en un sitio sin ventilación la planta puede llegar a pudrirse con su consecuente pérdida.

-Temperatura: Muchas Tillandsias como aeranthos, bergeri, ixioides, usneoides aguantan temperaturas incluso bajo 0º y hasta 40º grados sin problemas y pueden estar en exterior bajo la lluvia todo el año. Pero no para todas las especies es lo mismo. Por lo general recomendamos ponerlas bajo techado en invierno, si la temperatura baja de 10º y dentro de casa si tenemos temperaturas por debajo de los 5º. Pueden aguantar temperaturas bajas si es por algunas horas y teniendo las plantas secas. El frío húmedo también es perjudicial para algunas Tillandsias. Por eso es recomendable ponerlas al resguardo en invierno del exceso de humedad y rocío, sobretodo si tenemos heladas, ya sea bajo techado o en interior de casa, en un sitio que no llegue a helar ni mojarse ya que las Tillandsias aguantan bien el frío en seco, sin ser mojadas. Cuando empieza el buen tiempo agradecen estar exterior y beneficiarse de las lluvias. Nuestro cultivo se centra especialmente en especies rústicas capaces de aguantar bien el frío/calor, puedes encontrar información de cada planta en sus respectivas descripciones, así como consultarnos y te asesoraremos.

-Riego: El consumo de agua de manera general en las Tillandsias es poco y la frecuencia dependerá de nuestras condiciones de luz, ventilación, temperatura, humedad, especie... Cuanta mas luz, aire y temperatura mas riego. De media podríamos decir 1 vez por semana, en verano mas, cada 2 o 3 días, algunas especies cada día. En invierno el riego se reduce bastante, 1 vez por semana o incluso cada 10/15 días. Conviene no regar si la temperatura esta por debajo de 10º, en esta estación aprovecharemos los días de buen tiempo para hidratarlas.

Podemos hacer el riego mediante pulverización, pulverizando abundantemente toda la planta por al menos 10 segundos. En invierno conviene hacer riegos mas ligeros para que las plantas se sequen rápido. Podemos también hacer el riego por inmersión, sumergiendo la planta en un recipiente con agua durante 15 minutos. Si la planta esta floreciendo, NO sumergir la flor, y tampoco pulverizar, nos centraremos en hidratar las hojas de la planta. No la regaremos si le esta dando el sol directo. Conviene hacer el riego por la mañana, para que tenga todo el día para secarse y que llegue a la noche seca. Lo ideal es que se seque en unas 2 horas para evitar que se pudran. En verano también podemos regar por la tarde, evitando regar en las horas mas calurosas. Conviene regar con agua en temperatura ambiente. Es importante y recomendable que no se quede agua estancada en el interior de las hojas para aquellas plantas con pseudobulbo ya que se pueden pudrir con facilidad, podemos sacudir delicadamente la planta para retirar el agua o bien cultivarla de manera horizontal o boca abajo así el agua no quedará en su interior.

La calidad del agua es importante. La cal y el cloro les es perjudicial. Lo ideal es agua de lluvia o bien agua de mineralización débil. Un PH entre 5 y 7 es ideal. Se puede usar agua de osmosis, diluyendo un poco de fertilizante de orquídeas de vez en cuando, mirar apartado fertilización. 

Conviene pecar por sequedad que por exceso de humedad ya que podemos pudrir la planta. Las Tillandsias se tienen que secar rápido después de cada riego. Ellas también nos avisan cuando necesitan agua, sus hojas se cierran a lo ancho (como un taco) o bien a lo largo, rizándose, cuando necesitan agua. No hay que confundir esto con algunas especies que presentan hojas muy canalizadas sobre todo en las hojas de la base, lo cual es normal. Agradecen las lluvias de primavera a otoño, quedando así hidratadas por un buen tiempo.

-Fertilización: Un aporte de nutrientes estimulará crecimiento y floraciones. Usaremos fertilizante líquido para orquídeas diluido a 1/3 de la dosis indicada en el envase. Usaremos agua de mineralización débil para diluirlo. Usar fertilizante en aguas con alto contenido en sales puede llevar a quemar/estresar las plantas por un exceso de minerales, uno de los síntomas son puntas secas en las hojas. Recomendamos fertilizar 2 veces al mes de primavera a otoño, dejando reposar en invierno.

-Floración y reproducción: Una vez nuestra Tillandsia a florecido y su inflorescencia esta seca podemos cortarla, esto estimulará la reproducción y la planta se centrará en producir hijuelos. Normalmente producen hijuelos después de la floración, pero también hay algunas especies que hacen hijuelos antes y después de la floración. Podemos separarlos cuando tengan un tamaño considerable, para ello podemos hacerlo delicadamente con los dedos o ayudándonos por ejemplo de una tijeras, cortando en la unión con la planta madre, en la base del hijuelo. Se tiene que hacer con delicadeza para no dañar tanto a la planta madre como al hijuelo. Por otro lado, podemos dejar que los hijuelos crezcan en la planta madre sin separarlos, de esta manera conseguiremos que se forme un grupo de plantas con el paso del tiempo. Es normal algunas puntas secas en las hojas mas viejas o incluso que se sequen por completo, son procesos naturales, la planta madre dará hijuelos y poco a poco irá muriendo. Todas las hojas o inflorescencias secas conviene irlas retirando y mantener nuestras plantas limpias para así evitar casos de putrefacción o enfermedades.

-Cultivo en interior: El cultivo en interior es posible durante todo el año. Si que es cierto que les cuesta mas florecer en interior. La colocaremos lo mas cerca posible de la ventana, en un sitio luminoso sin sol directo, apartada de fuentes de calor tales como radiadores, estufas... Conviene ir ventilando, abriendo la ventana frecuentemente, sobre todo después del riego. Normalmente, debido a que en el interior suele ser mas seco, se las tiene que regar con mas frecuencia, siempre proporcionando ventilación. 

Podemos atar nuestras Tillandsias a una corteza, un tronco, fijarla a una piedra o mineral o simplemente atarla con un alambre y colgarla, vigilando que no se de golpes o se caiga por el viento. Lo importante es que esté expuesta al ambiente y a una buena ventilación. Desaconsejamos bolas de cristal o recipientes donde la planta quede dentro con ventilación escasa.

Estos cuidados son generales y varían según las condiciones del lugar (humedad, luz, temperatura, ventilación...) por eso es importante observarlas, para conocer tanto a ellas como el entorno donde las cultivamos. Recomendamos leer el apartado Descubriendo las Tillandsias para saber mas sobre ellas. Para cualquier información no dudes en consultarnos.

¡Que tengáis un buen cultivo!